Resulta difícil establecer los límites entre la Psicología Forense y la Psiquiatría Forense, pues desde siempre han existido discusiones entre ambas disciplinas, y se le ha otorgado más importancia a los psiquiatras: sin embargo, en la práctica dentro de la Administración de Justicia son los mismos Jueces y Tribunales quiénes marcan el territorio de acción de dichos profesionales.
En la actualidad el papel del Psicólogo Forense en nuestro país se encuentra limitado a realizar pruebas complementarias demandadas por el médico o psiquiatra forense, pues hasta ahora no contamos con profesionales especializados en el área forense; es decir, en el país aún no contamos con Psicólogos Forenses. Mientras ésta es la realidad, la experiencia nos dice que la labor del Psicólogo Forense, es independiente a la de la psiquiatría y que son muchos los campos y las jurisdicciones donde el Psicólogo Forense puede aportar sus conocimientos específicos.
Sin embargo, para corroborar dicho planteamiento y en la necesidad de conocer como se encuentra establecida la intervención del Psicólogo Forense en nuestro país, y más específicamente en nuestro estado, se realizó una entrevista al Director de la Medicatura Forense del Estado Zulia, ubicada en la ciudad de Maracaibo, el Dr. Manuel Castro, quién nos comentó que ésta funciona como un departamento de la Coordinación nacional de Ciencias Forenses, dependiente del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas del Ministerio del Interior y Justicia. A su vez, está formada por cinco departamentos, conformados por expertos universitarios en cada una de las ciencias y con postgrados en el área forense específicamente.
Los departamentos son: Clínica-Forense, compuesto por 10 expertos clínicos que se encargan de realizar experticias médico-legales con respecto a los lesionados; levantamientos de cadáveres, entre otros, que son solicitados por los diferentes organismos de investigación. Otro departamento es el de Psicología y Psiquiatría Forense, conformado por cuatro expertos, dos por cada rama. En la mayoría de los casos trabajan de forma conjunta. Se encargan de realizar peritajes psicológicos y psiquiátricos para determinar si una persona presenta enfermedad mental ó Trastorno de Personalidad y/o Conducta.
El siguiente departamento es el de Sociología Forense, con un experto que realiza estudios socio-económicos de las personas que son enviadas por los diferentes organismos. Su finalidad es la de conocer e informar sobre las condiciones sociales y económicas en que se encuentran las personas involucradas. El departamento de Patología Forense, con seis expertos encargados de realizar las autopsias médico-legales, para determinar las causas de la muerte. Y por último está el departamento de Odontología Forense, que cuenta con tres expertos encargados de practicar el examen odontológico tanto a personas vivas como muertas en los términos que sean requeridos por los diferentes organismos.
Todo lo anterior se encuentra establecido, en la Ley Orgánica del Poder Judicial, en su artículo 84.
En las ciudades importantes de la República donde no existiere servicio de Medicatura Forense podrá crearlo el Ejecutivo Nacional; estará constituido por un Médico-Jefe, los Médicos Forenses, Médicos Autopsiantes, Expertos Químicos y demás empleados que se juzguen necesarios.
Cuando no sea posible organizar el Servicio de Medicatura Forense, podrá el Ejecutivo Nacional mantener los Médicos Forenses actualmente en servicio en los Estados y crear y dotar nuevos cargos de esta naturaleza para las localidades que a su juicio así lo requieran.
En consecuencia, el servicio de Medicatura Forense, de cada Estado, estará conformado por expertos en las diferentes ramas del saber que se estimen necesarias para una satisfactoria ayuda a la Administración de Justicia.
En algunos asuntos la psicología forense ha conseguido abarcar la misión pericial, por ejemplo los análisis sobre la credibilidad del testimonio en menores que han sido víctimas de abuso sexual; asesoramiento sobre custodia y régimen de visitas en procesos de separación o divorcio, o de menores infractores.
En el mismo orden de idea, los Médicos Forenses forman un cuerpo facultativo de gran tradición, y cuya preparación universitaria de pre y post grado incluye un amplio temario de psicopatología. Y a ellos recurren el Juez o Tribunal para la evaluación de casos de especial trascendencia o dificultad para la obtención de conocimientos en un área específica.
Por todo lo anterior, compartiendo la metodología clínica y en general los métodos científicos inductivo e hipotético-deductivo con otros profesionales afines, el Psicólogo Forense va a abordar una extensa misión como asesor y perito de la Administración de Justicia. Su intervención abarca todos los procedimientos: penal, civil, niños y adolescentes, laboral, y militar.
Respecto al asunto epistemológico, el modelo médico es diferente al modelo psicológico, ante los tribunales de Justicia. El primero tiende a ser dicotómico y que se fundamenta preferentemente en la biología y el concepto de enfermedad, entendido como un sistema de causalidad lineal, utilizando con preferencia la entrevista no estructurada como método evaluador. Por otro lado, el segundo tiende a una evaluación continua, dimensional, y con un sistema de causalidad circular o relaciones de concomitancia. Concede además; más relevancia a la observación, test mentales y escalas de evaluación. Es en consecuencia, más riguroso.
En este orden de ideas el profesor Esbec en clase magistral, explica las diferencias entre la Psicología y la Psiquiatría Forense; ésta última tiene como propósitos: diagnosticar, tratar y prevenir las enfermedades mentales; mientras que la Psicología Forense, tiene la misión de explorar, evaluar y diagnosticar: relaciones individuales y pautas de interacción, aspectos de la personalidad, inteligencia, aptitudes y actitudes de las personas implicadas en procesos judiciales; es decir, comprender el comportamiento humano en general.
De esta manera el Psiquiatra Forense está más habituado para el diagnóstico de enfermedades mentales graves, mientras que el Psicólogo Forense lo está en la descripción de personalidad, habilidades, contexto interpersonal de la persona.
En relación al método, el Psicólogo está más capacitado y preparado para utilizar datos cuantitativos en el diagnóstico. Sin embargo, en la práctica, existe consenso en cuanto a que para ambos resulta esencial y recomendable; que en las evaluaciones forenses se exploren la historia clínica, antecedentes psiquiátricos, estado mental actual, observación en otro contexto, información policial, información sobre historia médica y de consumo de drogas.
Fuente: scielo.org.ve
Autor: María Alejandra Finol Almarza
Articulo Original: Intervención del psicólogo forense en la administración de justicia
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