De Cecilia Cruz
México, país sinónimo de impunidad, secuestros, balaceras, extorsiones, levantamientos, injusticia y muerte.
Los mexicanos estamos hartos de ver cómo se nos escurre de entre las manos el país en el que nacimos y vivimos o medio vivimos, los índices delictivos en el sexenio cursante se han disparado de forma brutal y alarmante, nuestros jóvenes están desmotivados, salen de la carrera que con tanto esfuerzo y sacrificio sacan adelante y es toda una odisea encontrar trabajo y si lo encuentran, es con una salario raquítico y miserable.
Para muchos jóvenes que la situación económica no les permite estudiar, el camino más fácil es delinquir, cuantas y cuantas veces no hemos sido víctimas de asalto por un niño de 17 años armado y no podemos culparlos, ellos, también son víctimas de este sistema podrido que no permite un correcto crecimiento y desarrollo académico porque faltan escuelas, los maestros no están correctamente preparados y a nosotros como padres también nos falta esa mano dura con la cual fuimos educados en antaño, porque queremos compensar la ausencia con dinero ya que ahora mama y papa tiene que trabajar para poder llevar una mediana calidad de vida.
Nosotros no podemos cambiar la situación de nuestro gobierno, pero si podemos dedicar 30 minutos diarios a nuestros hijos para escuchar sus inquietudes y problemas, podemos dejar de preocuparnos por lo que pasa a nivel gobierno y ocuparnos más, por lo que pasa al interior de nuestro núcleo familiar, recordemos que el delincuente no nace, se hace por las circunstancias que lo rodean, si estamos pendientes y abrimos más los ojos y oídos a nuestros hijos, que son el futuro de nuestro país y les enseñamos a no extorsionar, no mentir, no engañar a nuestros semejantes, tal vez encontremos que si podemos crear una nueva cultura, pero esto sólo se logrará desde lo interno, que es la familia.
Como criminalista he levantado a niños de entre 13 y 17 años baleados a las 2 de la mañana, lo interesante es:
¿Qué hace un menor de edad en la calle sin la supervisión de sus padres? No podemos quejarnos si no tenemos el debido cuidado a nuestros hijos.
Hagamos que este México si tenga ley, cambiemos nosotros, para así cambiar la cultura de nuestros jóvenes.
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