En Abril de 2012, Liz Marks, de 18 años, conducía su automóvil en Maryland, cuando recibió un mensaje de su madre. Sin pensar, leyò el mensaje de texto y respondió. Se distrajo por sólo 5 segundos y no se dio cuenta de que un camión se detuvo en la intersección.
En un instante, su vida cambió: trauma cerebral grave, fractura de cráneo y un pulmón colapsado. La muerte nunca tan cerca.
La joven permaneció en cuidados intensivos en el Hospital de la Universidad de Maryland durante casi dos meses y fue sometida a varias operaciones para la cara y una cirugía de 11 horas al cerebro.
Los próximos tres meses y medio los pasó en el centro de rehabilitación Kennedy Krueger para volver a aprender a tragar, masticar, caminar, hablar, leer y escribir.
Las consecuencias de mi accidente? – Liz dijo – soy ciega en un ojo, ya no huelo, no siento muy bien porque me rompió el tímpano, no puedo llorar porque mis conductos lagrimales están dañados, no puedo dormir normalmente y tengo que usar medicamentos para dormir.»
Su hermoso rostro, que la había hecho la reina de la escuela, fue horriblemente desfigurado, pero la chica sabe que podría haber sido peor.
Dos años más tarde, una cicatriz que cruza su rostro le recuerda cada dia ese terrible accidente que podría costarle caro, 5 segundos que han cambiado su vida para siempre.
En el vídeo en movimiento grabado con su madre y publicado por el Departamento de Transporte, la chica dice con firmeza:
No leáis mensajes de texto mientras se conduce. No vale la pena!»
PS: según datos de la Administración Nacional de Seguridad Vial, sólo en 2012, en los Estados Unidos, los accidentes causados por la distracción causaron más de 3.300 muertos y 420.000 heridos.
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