
De Cecilia Cruz
Un día, desayunando cereal en la cama, me encontraba viendo la televisión, no fui a la escuela porque la limpieza de los teclados y monitores de computadora, la programación y el software, ya me tenían hasta todos mis ancestros, estaba cansada, harta de no sentir que lo que hacía tenía significadopara mí, en el programa matutino que veía, apareció una grafóloga, explicó lo que era la grafología y de inmediato me atrapó, me idioticé tanto que derramé el cereal en mi ropa y no pude ver el nombre de la especialista por limpiarme, (me encantaría darle el crédito pero no la recuerdo) comencé a investigar en donde podía tomar un curso, diplomado o licenciatura del tema y solo encontré un lugar que me convenció del todo en la Ciudad de México, al día siguiente también falté a la escuela, viaje para conocer las instalaciones, lo que vi y sentí era casi indescriptible, en ese lugar no daban diplomados de grafología únicamente, tenía que estudiar Criminalística, regresé a casa convencida de que esa sería mi vida y me di de bajá de la Ingeniería en Sistemas.
Tuve a los mejores maestros, maestros de la vieja escuela que les interesaba brindar una buena educación, que te enseñaban con pasión, esos profesores me instruyeron lo mejor, se llama ética, mi perfil era cien por ciento humanidades, pero tuve compañeros que no, que veían en la criminalística una forma idiota de llamar la atención, o de sentirse los Dioses del Olimpo, que se tomaban fotos en Semefo, que las enviaban a otras personas o que las compartían en redes sociales, cuando los maestros se percataban el regaño era fuerte, nosotros estábamos capacitándonos para darle dignidad al cadáver u occiso, no para quitársela exhibiendo su cuerpo lastimado, que debíamos tratar a esa persona como nosotros queríamos ser tratados porque un día podríamos ser nosotroslos que estuvieran en esa mesa de exploración.
Ahora veo con mucha tristeza que cada vez más se normaliza la violencia, los crímenes día a día son más crueles, el criminalista se enfrenta a diversos retos, siendo perito de defensa a no perder la objetividad por ajustar la teoría, o como perito de la fiscalía, a no permitir jamás que se le de línea de lo que debeplasmar en un dictamen, defender a capa y espada su expertice y conclusiones.
El lado oscuro de la criminalística, es esa delgada línea entre la ética y tener trabajo como particular haciendo dictámenes a la carta o como perito oficial modificando lo que desde arriba te indican que debe decir tu intervención.
Tu decides de que lado estas, solo recuerda que la rama es HUMANIDADES, seamos eso, humanos y mantengamos el sentido de la ética otorgando dignidad a la persona en tu lugar de la intervención.
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Excelente, asi debe ser.
Sigo tus publicaciones desde hace muchos años, eres una mujer no solo hermosa, inteligente. Gracias por dejarnos volver a leerte.
Es fascinante la forma en la que envuelve toda la historia, felicitaciones.